El uso de la tipografía es parte fundamental en la creación de recursos didácticos, esta ha evolucionado en sus formas a través del tiempo según los avances tecnológicos y artísticos de la época; el signo tipográfico representa uno de los cambios culturales más significativos en la historia.
Una familia tipográfica corresponde a un conjunto de tipos basado en una misma fuente, con algunas variaciones como el grosor y la anchura, conservando algo en común; lo que se conoce como fuente, Haslam (2007) lo define como un grupo de caracteres dentro de una familia tipográfica.
El tamaño de los caracteres se llama cuerpo y se mide en puntos, la anchura se llama grosor. Las dos unidades de medidas básicas en tipografía son la pica y el punto (medida inventada por Didot). Doce puntos equivalen a una pica; seis picas o 72 puntos equivalen, aproximadamente, a una pulgada..
Otro concepto importante en la producción de texto es el interlineado, Quirós (1998) lo define como la distancia entre un renglón de texto y otro, este debe ser determinado de acuerdo con el tamaño del cuerpo tipográfico, este da un valor estético a la composición del texto y favorece la legibilidad.
Las familias tipográficas se dividen en dos grandes tipo de letra, las serifas y palo seco (sans serif), las cuales se detallan a continuación:
- Serifas: Las tipografías serif, son las que se utilizan en impresos como periódicos, libros con texto denso. Se consideran formales y elegantes. Ghinaglia (2009)
- Palo seco: Las tipografías sans serif, son las que se utilizan en textos ligeros, contemporáneos o dinámicos. Dan mejor resultado en monitores, pantallas y bajas resoluciones. Se recomienda no usar mas de tres tipografías diferentes. Ghinaglia (2009)