Grabar videos significa desarrollar una serie de destrezas para obtener tomas de calidad. Esto depende en parte de la habilidad del operario, pero también de las características del equipo utilizado para inmovilizar la cámara o para manipular los diferentes movimientos y brindar un nivel de estabilidad a la grabación. Dentro de las opciones disponibles están:
A mano alzada
A menuda es la única opción con la que contamos, la cual pone todo el peso de la calidad de los movimientos en las capacidad que el operador tiene para mantener la estabilidad.
Algunos equipos, sobre todo los más grandes, cuentan con un diseño que brinda soporte por medio del hombro. En algunos de los medianos es posible comprar accesorios para simular este diseño.
Trípodes de fotografía
Si estamos pensando en mantener la cámara fija y sin movimientos, pueden resultar una excelente opción. Sin embargo, si queremos potenciar las posibilidades expresivas del lenguaje audiovisual incorporando movimientos de cámara a nuestro discurso visual, entonces pueden presentar muchas limitaciones, ya que son un instrumento construido para la inmovilidad, por lo que el desplazamiento de sus ejes puede resultar sumamente atropellado.
Sin embargo, es importante considerar que algunos de ellos, con equipos livianos, pueden hacer movimientos relativamente precisos y pueden representar una opción económica para ello. A pesar de ello es importante tener en cuenta que algunos de los trípodes fotográficos utilizan una cabeza de bola que puede dificultar la manipulación del movimiento.
Trípodes de video
Son, sin duda, la mejor opción. El diseño de su cabeza está pensado para realizar desplazamientos suaves en sus ejes horizontal y vertical a la vez de brindar la estabilidad y seguridad necesaria para la sujeción de la cámara. Al igual que cualquier otro trípode, es necesario adquirirlo pensando en el peso de nuestro equipo. Si nuestra cámara es de lentes intercambiables entonces deberíamos adicionar el peso del más pesado. Un elemento que hay que considerar es que resultan más caros. Por lo general las opciones más económicas resultan de muy baja calidad, poco estables y con desplazamientos bruscos.
Steady cam
El steady cam es un accesorio de sujeción diseñado para el desplazamiento libre del camarógrafo. Los más caros cuentan con sistemas de amortiguación que dan a la cámara suaves desplazamientos en movimientos que podrían considerarse bruscos, como por ejemplo una persona caminando rápido o incluso corriendo.
Existen versiones económicas que carecen de esto pero que brindan al operario opciones de sujeción ciertamente interesantes.
Sistemas complejos y creatividad
En aras de generar movimientos de cámara cada vez más complejos y estables, la industria del video y la cinematografía ha desarrollado distintos tipos de mecanismos. Las grúa es un ejemplo de ello, se trata de un sistema complejo para generar movimientos laterales y de ascenso. Puede tratarse de brazos extendidos operados humanamente, hasta complicados aparatos programados digitalmente.
Otro ejemplo es el sistemas de ruedas y rieles conocido como dolly. La idea de éste es mover la cámara sobre su eje brindando un movimiento continuo y elegante. Cuando está compuesto únicamente de ruedas suele requerir de una superficie bastante pulida y plana para garantizar la ausencia de saltos en el desplazamiento. Por el contrario, si hay presencia de rieles, se asegura un recorrido del equipo sin sobresaltos pero supeditado al diseño del dispositivo.
En los últimos años, ha surgido una nueva opción: los drones. Se trata de pequeños artefactos voladores que portan una cámara y permiten realizar interesantes tomas aéreas con un desplazamiento libre. Todos estos sistemas suelen utilizarse a nivel profesional y comercial, aunque suelen existir también algunas versiones económicas destinadas a equipos livianos. Tampoco está de más señalar que la creatividad de cada usuario puede crear soluciones tan simples como montar la cámara sobre una patineta para sustituir un dolly.